Golpe de calor: causas, síntomas y prevención
Nos encontramos en plena ola de calor. Esto significa que debemos extremar la precaución frente a las altas temperaturas para evitar sufrir un golpe de calor, un fenómeno que ocurre cuando el cuerpo es incapaz de regular la temperatura debido a una exposición prolongada al calor o tras realizar un esfuerzo físico intenso en ambientes muy calurosos.
Los colectivos más vulnerables son las personas mayores, los niños y quienes tienen enfermedades crónicas. Dicho esto, es importante recordar que cualquiera puede sufrir un golpe de calor ya sea por deshidratación, por llevar ropa que impide la transpiración o por permanecer en lugares donde hace mucho calor.
Desde Farmacia Camino Suárez 33 queremos ayudarte a cuidar de tu salud y la de tus familiares frente a las altas temperaturas. A continuación, te explicamos cuáles son los síntomas para identificar si alguien está sufriendo un golpe de calor. Además, te dejaremos una serie de recomendaciones para prevenir cualquier problema de salud relacionado con las altas temperaturas.
¿Cómo saber si se está sufriendo un golpe de calor?
Debemos estar atentos a una serie de síntomas que pueden alertar que se está sufriendo un golpe de calor. Entre ellos, destacar: sed intensa, sequedad en la boca, calor sofocante, dolor de cabeza, mareos, vértigos, desmayos, sudoración excesiva, calambres musculares, cansancio y debilidad, desorientación, confusión o temperatura corporal superior de 39 grados.
Si detectas alguno de estos síntomas, es importante ponerse en contacto con personal sanitario. El principal objetivo es bajar la temperatura corporal de la persona que está sufriendo un golpe de calor. Para ello, será fundamental ponerlo en un lugar fresco y sombreado, quitarle la ropa excesiva, echarle agua en cuello, axilas e ingles, así como ofrecerle agua en pequeños sorbos si está consciente.
Prevenir el golpe de calor
- No esperar a tener sed. Es importante beber agua a lo largo del día, incluso si no tienes sed. Para ello, lleva siempre a mano una botella de agua fresquita y vete dando pequeños sorbos. En el caso de los más pequeños, ofrecerles continuamente líquidos o, en caso de ser lactante, darle más a menudo el pecho.
- Baños. Un plan perfecto para verano es ir a la piscina o a la playa. De esta forma, podrás refrescarte en la piscina o en el mar. En caso de no poder ir, siempre podrás darte una ducha de agua fría en casa. Esto te ayudará a refrescarte y soportar mejor las altas temperaturas. En caso de estar en la calle, refréscate en la fuente. Échate agua por la cabeza y la nuca.
- Tejidos transpirables. A la hora de vestirse, opta por ropa holgada, ligera, de algodón y de colores claros.
- No hacer deporte en las horas más cálidas. Si quieres hacer deporte, deberás salir o a primera hora o a última hora del día ya que es cuando hace menos calor. Otra opción es ir al gimnasio donde estarás protegido del calor y, además, estarás más fresquito gracias al aire acondicionado.
- Permanecer en la sombra. Es fundamental no estar al sol en las horas de mayor calor, es decir, entre las 11:00 y las 17:00. Siempre que sea posible, estar a esas horas en el interior con aire acondicionado o ventilador, especialmente los días de alerta por altas temperaturas.
- No quedarse dentro del vehículo. En verano, evitar estar en los coches estacionados y cerrados debido a las altas temperaturas que coge el interior.
La mejor prevención para evitar un golpe de calor es mantener una hidratación adecuada y protegerse del calor permaneciendo en lugares frescos y a la sombra.